domingo, 3 de octubre de 2010

LA SEÑORITA CAM

La señora Cam era una cama algo gruñona que vivía en una bonita casa. Cuando sus dueños la hacían antes de irse, le colocaban encima a varios peluches, que, en cuando se veían solos, se ponían a jugar. Aquello no le hacía ninguna gracia a la señora Cam, con lo que se pasaba el día regañándolos. La razón por la que era tan gruñona era porque, aunque podía hablar con los peluches, no podía moverse como ellos.

Una tarde cuando, por mediación de Fira, una perrita juguetona a la que le encantaba mandar, empezaron a jugar a peleas, ocurrió un accidente imprevisto. En plena batalla peluchera, Toni, un osito muy amistoso, se cayó de la cama. Cuando ya se preveía alguna costura rota, un almohadón que estaba encima de la cama cayó al suelo amortiguando la caída.

-Gracias, amiga- le soltó Toni sonriéndole, mientras volvía a subírsele encima. La señora Cam comprendió que había sido ella la que había tirado aquel almohadón presa de la angustia. Pronto comenzó a practicar, y al poco tiempo aprendió a mover las cosas con facilidad. Enseguida prefirió jugar con los peluches en vez de gruñirles. Les hacía casitas y montañas con las sabanas para que jugaran, columpios, y… en fin, todo lo que se les antojaba para que cada día fuera diferente. Y así vivieron felices, y comieron galletitas chocolateadas, que como todo el mundo sabe es lo que más le va a la peluchería.

3 comentarios:

sinver dijo...

Muy buenas a todas y todos, si es que hay alguno o alguna :-) Tenía yo el blog absolutamente abandonado pero, hete aquí que he decidido ponerlo al día. Al menos corregir textos antiguos, ortografía, sintaxis y algún que otro retoque, para que parezca otra cosa. Nuevas entradas habrá, aunque sean pocas y espaciadas, pues hay ahora mismo otras necesidades literarias me llaman.
Este pequeño texto infantil lo parí hace un año para presentarlo a un concurso de muebles. Exigían concisión sumisa, así que, muy en contra de mis principios es cortito. Cuando lo presenté un error informático lo mutiló entero,(era un concurso de internet y el primer párrafo se quedó en el limbo) con lo que lo tenía yo guardado, y, mira por donde lo saco aquí en el blog. He vuelto a incluir el texto de María que había sacado por circunstancias del blog. Iré limpiándolo y dejando los textos más aseados, así que el tiempo me lo permita.
No puedo por menos que agradecer las espaciadas entradas de mis amigas blogeras reclamando movimiento por estos lares. Eso es tener más moral quel Alcoyano. Grazie mile. Un saludo.

Edurne dijo...

Desde luego que sí, no lo dude usted caballero, que yo, ya pensando que había usted desaparecido totalmente de la blogosfera y del espacio terrenal... hasta le había quitado de mi "blogroll" hace escasos cinco o seis días...! Y héte aquí que ahora va y reaparece usted de semejante guisa.
Pues nada, que le leeré, no lo dude usted, y le comentaré.

Acabo de llegar a casa y un chivatito me ha dicho que alguien desde Munguía ha pasado por la orilla sin dejar huella... así que me he venido para su casa y al ver que anda con el plumero en ristre quitando polvo y humedades, pues eso... ya le digo!

Un abrazote, y a ver si es cierto que le da usted un poco más de movimiento al blog.

Y suerte con su intentona de novela! Que ya ve, una se entera de las cosas por eso de que pregunta, aunque hace tiempo que de mi gemela tampoco sepa ná de ná, que se ha sumergido en otros mares y... agur Ben-Hur!
Ayyys!

;)

sinver dijo...

¡Hombre, Madame orillera por aquí de visita!
No tengo menos que agradecerle su fidelidad a prueba de bombas. Me he hecho cruces para aumentar mi producción literaria, que de un tiempo a esta parte me pica más de lo habitual el grano literato que tenemos algunos en,..., en fin, dejémoslo que en alguna zona de nuestra anatomía. Ando efectiviwonder acabando mi novela inacabable, pero vista mis renovadas ansias, he decidido pasarme por mi blog e ir dándole lustre, que una vez que uno coge ciertas capacidades literarias le duele el alma ver ciertos textos. Aunque sólo corrección sintáctica y ortográfica, aclaro, que lo otro forma parte de mi propia progresión, y no está de menos poder visualizarlo.
Entré, efectivamente por su orilla, veo que tiene usted cámaras espía por la zona, aunque lo de Munguía me desconcierta. La razón por la que no quise comentar, apenás un vistazo para ver que su prolífica pluma sigue en forma, fue que si lo hubiera hecho podría haber parecido interesado por mi parte. "Como vuelvo, voy a visitar para que me visiten". Intuyendo que usted tienen mil ojos, supuse que antes o después pasaría por aquí, y ese sería el momento para volver a presentarme por sus lares. No prometo nada, ni por aquí ni por allá, aunque mi intención es volver a retomar la saludable costumbre de visitar de vez en cuando a mis amigos blogeros. Lo que en está ocasión no podré es recuperar lo que ha quedado atrás. Es demasiado el camino, y llevándole la contraria al gran Manolo García, a veces el tiempo sí es perdido. Un saludo.